21 de julio de 1916: tercer intento fallido

«En la madrugada del viernes 21 de julio, nos encontrábamos a cien millas de la isla y nos topamos con el hielo a media luz. Esperé a que amaneciera del todo y luego intenté abrirnos paso.» (Sur, p. 351).

Shackleton intentaba por todos los medios abrirse paso hacia isla Elefante. El tiempo era realmente malo, y había un fuerte oleaje que agitaba la goleta Emma como si fuera un corcho en el agua. Shacketon intentó abrirse paso a través de la banquisa, pero en menos de diez minutos el barco chocó contra el hielo, y como resultado una de las piezas del mástil de proa resultó dañado. Tampoco tenían ya motor, así que únicamente podían navegar a vela. En esas condiciones lo mejor parecía evitar el hielo, pero cada vez que Shackleton lo intentaba, la banquisa volvía a aparecer impidiéndoselo.

Banquisa antártica (c) Jesús Alcoba 2015

Banquisa en la Antártida
(c) Jesús Alcoba 2015

Su diario refleja, con la brevedad y dramatismo de otras ocasiones, el momento en el que, por tercera vez, tuvo que abandonar su idea de rescatar a sus hombres:

«Era difícil tener que regresar por tercera vez, pero me di cuenta de que no podríamos llegar a la isla en esas condiciones, y debíamos dirigirnos hacia el norte a fin de que el barco no tuviera que navegar entre pesadas masas de hielo.» (Sur, p. 352).